Cuando se trata del amor de Dios, la mayoría de las personas creen que el amor de Dios es nos concede abundante gracia para que podamos disfrutar. Una vez que nos encontramos con los reveses y fracasos, y no podemos sentirlo, creemos que Dios no nos ama más y nos ha abandonado. De hecho, hay misericordia y benignidad en el amor de Dios, también hay disciplina, dificultades y pruebas, ya que el amor de Dios no es mimar ni consentir.
Más información