La hija tuvo un quiste pancreático y vio un milagro después de confiar en Dios

—Mamá, quiero hacerme la operación este año. —Sí, ya es hora. Lo hemos postergado muchísimos años. Hagámoslo cuando vayas a casa. —Sí, mamá, resolvamos todo entonces y luego regresemos a casa. Hablamos pronto. Una tormenta de pensamientos cruzó por la mente de Wenjie mientras colgaba el teléfono. Pensó en el 2010, cuando un chequeo en el hospital confirmó que su hija tenía un quiste pancreático. El médico dijo que la cirugía que necesitaba era de otro tipo. Si no se hacía bien, podría causar una fuga del líquido pancreático que corroería sus otros órganos internos. Teniendo en cuenta el riesgo, su hija optó por un tratamiento conservador de la medicina tradicional china, pero en los últimos tres años, en lugar de desaparecer, el quiste había duplicado su tamaño, pasando de seis a doce centímetros. Sin más tiempo que perder, la cirugía debía realizarse ahora para prevenir lo impensable.

Más información  
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO